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Hoy os queremos hablar de una de las enfermedades más comunes en el día a día de muchas personas… ¡el asma! ¿Sabéis qué es, sus síntomas y cómo controlarla? ¡Seguid leyendo!

Qué es el asma

El asma es una enfermedad crónica basada en la inflamación de las vías aéreas como respuesta irritativa a diferentes estímulos. La inflamación provoca un estrechamiento de las vías que dificulta el paso del aire a través de los bronquios y conlleva la aparición de síntomas como sensación de ahogo, tos seca repetitiva, ruidos en el pecho (sibilancias) y opresión torácica, que suele empeorar por la noche. Estas manifestaciones aparecen rápidamente en forma de lo que denominamos “crisis”, por lo que tenemos que saber identificarlas casi al instante para así poder frenar su evolución. Cuanto más severo sea el asma, más frecuentes y/o intensas serán estas crisis. Una vez superado el episodio, el estrechamiento desaparece y todo vuelve a la normalidad.

Qué factores pueden desencadenar el asma

¿Sabéis que en las últimas décadas se ha incrementado la aparición de esta patología respiratoria? Pues sí, porque además de tener un componente genético, existen una serie de factores que pueden desencadenarla o, si ya se padece, empeorarla. Presta atención: el humo del tabaco, la exposición a alérgenos (siendo los ácaros del polvo y el polen los más comunes), algunos aditivos alimentarios, la contaminación, ciertos fármacos, la obesidad, ejercicio…y ¡ojo! otros menos conocidos como el reflujo gastroesofágico o factores emocionales.

Cómo utilizar el inhalador correctamente

Los medicamentos elegidos para controlar el asma se administran fundamentalmente mediante inhaladores. Gracias a ellos, los fármacos llegan directamente al lugar en el que se necesitan, las vías aéreas respiratorias, sin pasar por el tracto gastrointestinal, permitiendo así una acción más rápida, una mayor concentración local del medicamento y menos efectos adversos que por vía oral.

Existen diferentes tipos de inhaladores: de polvo seco, de cartucho presurizado… El médico os ayudará a elegir el que mejor se adapte a vuestras necesidades. Y aunque el uso de los inhaladores parezca muy fácil, la mayor parte del fracaso terapéutico de esta enfermedad se debe al manejo incorrecto de los mismos. Por eso, os ofrecemos algunas de las pautas que siempre tendrás que seguir cuando los utilices:

  1. Quitar la tapa del inhalador.
  2. Cargar la dosis y agitar el inhalador en caso de ser necesario.
  3. Expulsar todo el aire de los pulmones.
  4. Poner el dispositivo entre los labios ocluyendo la boquilla.
  5. Activar el inhalador al comienzo de la inspiración que debe ser lenta, profunda y sostenida.
  6. Aguantar la respiración 10 segundos.
  7. Retirar el inhalador y expulsar todo el aire despacio por la nariz.
  8. Cerrar el dispositivo con su tapa y…¡MUY IMPORTANTE! enjuagar la boca para evitar infecciones bucales.

RECORDAD que para los más peques y los más grandes de la casa, que no puedan o no sepan realizar correctamente la inhalación, disponemos de cámaras y máscaras inhalatorias que facilitan muchísimo la técnica.

¡Cuidado! El aumento en el uso del medicamento de rescate es una muestra de deterioro e indica que necesitáis acudir a vuestro médico y reevaluar el tratamiento.

El tratamiento farmacológico prescrito por el médico es fundamental para controlar el asma y prevenir las recaídas.  Aunque notemos que la medicación de rescate (broncodilatadores) es la que nos calma en las crisis, tenemos que pensar que ésta es solo un “parche” y que realmente lo que nos interesa es tratar la enfermedad con la medicación de base que normalmente viene dada por los antiinflamatorios inhalados (glucocorticoides).

Qué hacer para controlar el asma

Algunas de las medidas que podemos llevar a cabo para controlar el asma son:

  • Control ambiental: evitar el tabaquismo activo y pasivo, el aire frío, irritantes inhalatorios…
  • Precaución con el uso de determinados fármacos… ¡Pregúntanos!
  • La vacunación antigripal y antineumocócica en cuadros de asma moderado y severo.
  • Evitar situaciones que generen estrés y ansiedad. Ejercicios de meditación o yoga pueden serviros de gran ayuda.
  • Medidas de prevención del reflujo gastroesofágico en pacientes susceptibles.
  • Dieta abundante en omega-3 y en frutas/verduras ricas en vitaminas C, E y betacarotenos como las zanahorias, las espinacas o el brócoli.
  • Evitar los alérgenos que más os afecten.
  • Sí al deporte, pero con precaución.
  • Nunca abandonéis el tratamiento por vuestra cuenta.
  • En el momento de crisis asmática tomaros la medicación de rescate, enlentecer la respiración y no flexionéis el cuerpo hacia delante para que el abdomen no comprima el tórax. Intentar relajaros, es transitorio y la medicación os hará efecto en unos instantes.

¿Cómo sabréis que vuestro asma está bajo control?

  • No tendréis tos, pitidos, dificultad respiratoria ni opresión en el pecho.
  • Las molestias respiratorias se volverán suaves e infrecuentes.
  • Vuestra vida será normal, sin restricciones, por lo que no tendréis que dejar de hacer actividades que os gusten.

Espero que os haya servido de ayuda y ya sabéis…para cualquier duda siempre estamos a vuestra disposición.

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